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¡Puto! El que no grite, el que no salte ¡Puto! El que no brique y eche desmadre

10.21.2012

Este es vomito sin serlo.

Después de la ceremonia de  inauguración nos dirigimos a unos salones rojos que estaban de lado contrario al auditorio. Leí cada uno de los carteles que estaban afuera de cada par de estos, y entré al que decía 'WHO: World Health Organization'. Tenía una curiosa forma hexagonal. Las bancas, con sus respectivas mesas, estaban ordenadas en dos mitades de poligono indefinido; uno dentro de otro. Busqué aquel que decía 'Ethiopia', estaba justo enfrente de la puerta. Un minuto después, entraron los demás y tomaron sus respectivos asientos.

El 'chariman' se levantó frente a todos nosotros y nos dio la bienvenida al colegio y al evento 'Union and peace' . Después no presté mucha atención a lo que dijo. Actuaba con suma dureza y formalidad, tenía un rostro inescrutable. Vestía un traje negro, una camisa del mismo color, y una corbata plateada. Se le podía calcular unos dieciséis años, tal vez uno o dos años mayor, pero no más. Su asistente era una chica alta de cabello largo y castaño, recogido con un lazo rosado hacia el lado derecho, de piel blanca y enormes ojos cafeces. Tenía un aspecto afable y alegre, y una enorme sonrisa servicial.
India fue el primero en hablar (nunca aprendí su nombre, pero cabe destacar que tenía  un aire que quedaba con el papel de la India):"The delegation of India makes a motion to open the session" y así empezó.
No hable hasta que me obligaron, en la segunda sesión, a leer mi 'position paper', que, aunque este no estubiera tan mal, las preguntas que vinieron después fueron un tanto difíciles de contestar. Más tarde me empecé a preguntar qué hacía yo ahí. Simplemente yo no encajaba con ellos en ningún sentido.


Empecé a reflexionar cómo es que había llegado a este lugar. ¡Había sido un total error! No solo del maestro que me incluyó en esto, si no mío, ¿cómo es que me había dejado arrastrar hasta ahí sabiendo, desde un principio que nada de eso encajaba conmigo? Nunca podré decidir si fue lástima, porque no más de seis entraron a esto, algo en mi mente tuvo la loca idea de que podía ser divertido o  la simple flojera de lidiar con los maestros que creen que lo único que quiere hacer uno en la adolescencia es hacer nuevos amigos para ir a más fiestas y conocer más gente (total error en mi caso).





Durante todo el debate miré a mi alrededor a todos: simplemente yo no encajaba en ese ambiente de ninguna manera. Podemos empezar por la parte más superficial: Todos (a Excepción de India, Bangladesh y yo, Ethiopia) tenía la piel y facciones que fácilmente se puede encontrar en los niños ricos, que, obviamente, ellos eran. No era algo que se intuía, se sabía; en el gafete, debajo del nombre, en letras más pequeñas, estaba escrito el nombre de la escuela de la que procedían, y por lo que he oído, los precios de aquellas rondaban los 8,000 a 12,000 pesos al mes.
¿Qué es lo que tampoco encajaba? El nivel de inglés: ¡Mil veces nos hemos quejado acerca de que nuestro nivel es bajo a comparación de otras escuelas! Pero jamás había sentido vergüenza por aquello hasta ese día. Todos tenían un dominio bastante amplio (tampoco me sorprende tanto, pues muchos de ellos nacieron allá, tienen familia allá o van de vacaciones allá), pero tener que pensar un tanto las cosas antes de decirlas a comparación de ellos que pocas o ninguna vez se detuvieron a pensar la siguiente palabra. Fue un tanto vergonzoso conmigo misma, más que con ellos. Otro punto totalmente diferente: aunque no se me dificulta el aspecto 'intelectual' del problema (si es que se le puede decir así) es que, jamás he podido sentir buena empatía por aquellos  que sufren cada día y les toca esa vida de infierno. Lo siguiente es algo que no puedo asegurar, pero probablemente esto les importaba y sentían más su dolor que yo (aunque dudo que alguna vez hayan sentido alguna situación similar)
Al final de todo, no protesté en lo absoluto ni dije mucho acerca del problema. Preferí que aquellos que este debate les emocionaba tanto como a mí me emociona poder dormir durante más de 10 horas seguidas, se encargaran del asunto. Aún así tengo algo más que decir: aunque ellos estaba sumamente entusiasmados con el asunto, la solución final jamás funcionaría en la realidad, pero ¿para qué discutir más?