Aún me queda un poco de culpa, una culpa empática, que me hace pensar en lo mucho que me dolería si supiera que a quien amo me está haciendo esto, que tiene planeado romperme el corazón en algún momento.
Oh, señores amarillos, ayúdenme a hacer esto más fácil, se los ruego.
No hay comentarios:
Publicar un comentario