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¡Puto! El que no grite, el que no salte ¡Puto! El que no brique y eche desmadre

4.23.2014

Otra vez

Es el segundo día consecutivo que escribo una entrada. Hoy me he echado a llorar en los brazos de C y le he contado algunas cosas. C es siempre tan paciente y bueno, pero a veces pienso que no puede entender algunos de mis tonterías (bueno, ni yo puedo entenderlas).
Si uno pudiera deshacerse de ellas y enfocarse en lo que en realidad uno quiere, estaría perfecto. 

Ahora escribo esta entrada en la que no profundizaré para no pensar. Desde que me separé de C hoy, dejé mi mente en esas cosas en las que pienso. Traté de concentrarme en las calles que, aunque veo a diario, siempre se les descubre algún nuevo detalle. Muchas veces pasamos sin ver. Y luego, como siempre, en la estética y vida de las personas. 

Le escribo esta entrada a mi blog para tratar de convencerme de lo que C dice. Que la vida es hermosa, que tengo mucho de que ser feliz. C haya siempre alguna cosa que le guste de sí; yo no sé qué me gusta de mí, soy tan simple. Siento que ni soy buena, ni soy mala, que solo soy (como en realidad creo que son las personas, pero yo no tengo chiste). 

C dice que debería estar feliz de que tengo diez dedos, y puedo amarrarme las agujetas yo sola. Que puedo caminar e ir a donde quiera, y tengo muchas oportunidades. No se trata de que sea feliz porque otras personas no tengan otra oportunidad, si no de ser feliz porque simplemente se tiene. Pero, no, no entiendo. Yo veo las cosas e intento estar feliz por ellas, qué bueno que tengo diez dedos para escribir en mi teclado, pero, no, no encuentro la felicidad en ello, y los tengo, y qué bien.

En fin, hoy no me pondré a pensar, a disgustarme. Sólo estaré aquí. 


1 comentario:

  1. Encontrar consuelo en lo que se hace porque se puede, simplemente no lo entiendo.

    Tu amigo de YR

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